PRE-VACACIONES, Entre El Stress Y La Jarana!

A una semana de las vacaciones de invierno te replanteas la existencia, al menos eso es lo que yo he hecho, reordenar mis prioridades. Ocurre que junto con las ansias de concluir con este primer ciclo, la mayor parte de las veces frustrante, viene el relajo, aquel dejo de resignación y arrogancia que se contrapone con el stress propio de la desesperación por acabar lo antes posible sin importar los resultados, la prueba que se debe desde Abril, la nota que falta, el mapa del nepotismo o el informe perdido entre carpetas, telarañas y crema hidratante se convierten en el gatillo del principio de locura que aqueja a la mitad del planeta (la otra mitad ya no tiene tratamiento ).
Aumenta la demanda de estampitas de San Expedito previamente a la Reunión de Apoderados, donde se hace entrega de los supuestos resultados de las largas cuentas de internet, las tardes de estudio en casa del compañero domiciliado al otro extremo de la ciudad, los trabajos en grupo, el dinero para los materiales y las caras de sueño tras no haber dormido producto de haber "estudiado" toooda la noche (probablemente el karrte de turno) y surgen las comparaciones, el orgullo de los padres de los niños mateos se hace notar y el silencio de quienes sus herederos han patriotizado su libreta de notas habla através de sus rostros átonitos y ceño frunzido, estilo Nelson Acosta.
Pero las escusas siempre son las mismas y se reiteran año tras año, "el otro semestre me pongo las pilas", "me farrié el primer semestre", "me cuesta adaptarme", "el profe me tiene mala", "....Pero todos bajaron las notas" o el aún más típico y enfático "Me van a matar".
Surgen patologías de todo tipo comenzando con una depresión pasajera post-arrepentimiento hasta crisis de pánico que hasta ahora no daban señas pero que al fin y al cabo ahí estaban impidiendo la concentración. Las malas juntas y el vacío gratuito y voluntario se hacen amigos de la justificación, la flojera crónica y la extrema confianza en que las situaciones sean lo más azarosas posible o que alguna fuerza del más allá provoque algún hecho que solucione los problemas o simplemente en la buena onda.
Sin embargo existe una atenuente a este desgano-ritalinico, y es que a esta altura ya todos los especímenes "normales" (no se incluyen los adictos al prozac ni al SLM) estamos viendo numeritos y fórmulas hasta en el humo de cigarrillo (y del bueno), las ojeras a media mejilla y la cafeína por las nubes. Nos volvemos vulnerables, inseguros, prisioneros de nuestro sentido común, ambiguos, despistados, malhumorados, cambiantes, se reduce la capacidad de concentración y coherencia para establecer ideas, reacciones tardías, las risas constantes niveladas con el sentimiento depresivo y en los casos extremos el delirio de persecución elimina la racionalidad y el miedo y el sentimentalismo invaden la atmósfera. Realmente damos pena (en algunas ocasiones este estado se puede utilizar en nuestro favor para que nos consientan, pero se debe saber manipular la situación).
Los mismos síntomas se presentan en Diciembre sólo que ahora queda el consuelo de que las cosas puedan mejorar o por lo menos existe una posibilidad (aunque sólo sea una ilusión pasajera, sirve para negociar).
Teniendo en cuenta lo anterior ¿Serán tan necesarias las vacaciones de invierno? Dejo la interrogante, el sueño me consume y la luz ya comenzó a dilatar más y más mis pupilas, tengo frío, tengo sueño, no puedo pensar, me desgasta pensar, pero es eso lo que estoy haciendo ahora y en lo que consumo el 33.3% de mi tiempo sin contar las noches de insomnio + IVA.
VACACIONES...I need you!!!! NOW.